Maktub, descubriendo el propio destino...

desagradable que piensa que es un magnate, cuando lo es en los sueños y nada más. Finalmente, después de quince días maravillosos regresé a Argentina con la cabeza partida y decidido a irme, como le pasa a casi todos los que vamos de vacaciones a un lugar que en verdad no conocemos y del cual nos quedamos flasheados con las lucecitas de colores y con el papel abrillantado. Como era de esperarse, a mi regreso ya nada me gustaba, ya nada me conformaba, quería otro mundo, ese mundo, donde todo funciona a la perfección, ya no me copaba la idea de ser un sudaca de mierda más, prefería serlo pero en Miami ¡¡¡pobre iluso!!!

¡La vida tiene sorpresas, sorpresas tiene la vida! Muchos años antes había estado trabajando aquí, en Argentina, la bailarina americana Tamalyn Dallal. Luego de un tiempo nos tocó trabajar cinco meses juntos en México, donde además compartíamos el apartamento. Yo sabía que ella estaba radicada en Miami desde hacía varios años, pero en verdad no tenía ni idea en dónde exactamente. Una noche cenando en un restaurante en Miami, ví en un costado una publicidad de un show de Bellydance con la foto de ella, me puse a charlar con el dueño y la conocía de nombre pero no sabía dónde estaba su escuela. Al otro día, siendo ya mi última noche en Miami, mirando un negocio de videos, ví nuevamente otra publicidad de ella,