| | Amir Thaleb Life.com | pero esta vez tenía la dirección de su escuela. Para mi sorpresa quedaba justo en frente de donde yo estaba parando en aquel momento. Ya era la medianoche, obviamente estaba cerrado y en la mañana muy temprano partía rumbo a Buenos Aires. Lamenté mucho no haberla podido saludar en esa oportunidad.
Al año siguiente me contrataron de México para ir a hacer una temporadita de un mes y medio al Restaurante Adonis del DF. Como mi pasaje tenía conexión con Miami, decidí a mi regreso tirarme una semanita por ahí. Lógicamente, lo primero que hice fue ir a verla a ella. Recuerdo que entré en su escuela y ella estaba dando clases, calladito me senté en un rincón para observar la clase, todos voltearon para mirarme pero siguieron con lo suyo, inclusive ella. En un momento de la clase escucho a alguien que grita: –Oh, my God! –Era Tamy que me había reconocido. Imagínense lo que fue ese reencuentro… Al momento me ofreció que diera un workshop en su escuela, yo estaba por muy pocos días y no tenía nada preparado. En tiempo récord ella llamó a todas sus alumnas para invitarlas, yo me fui a una de esas tiendas donde venden recuerdos para turistas y me compré unos shorts de lycra muy ajustados y una camiseta (lo único que conseguí para dar mi curso). Con los años me confesaron algunas que el tema de conversación en la |
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| Maktub, descubriendo el propio destino... | clase había sido sobre las alusiones que hacían las alumnas acerca del “paquete” de Amir Thaleb (¡desgraciadas!). |  | A partir de ese momento, emprendimos juntos una interesante relación profesional y llevamos a cabo grandes proyectos. Eso me llevó a viajar constantemente a Miami, cerca de cuatro o cinco veces al año. Me repartía entre Miami y Buenos Aires. Impartía seminarios todo el tiempo en su escuela. Junto a ella hice la obra
Sawah, que se realizó en Dade
County Auditorium de Miami, |  | | | |
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